La dicha tiene fin

La poesía de María Monvel fue recibida con atención elogiosa a este y al otro lado del Atlántico durante las primeras décadas del siglo pasado. Los treinta y siete años que duró su vida los dedicó a la escritura, traducción y edición literaria. Gabriela Mistral consideró que Monvel era «la mejor poetisa de Chile, pero más que eso, una de las grandes poetisas de nuestra América» y destacó su particular «elegancia interior» y «flexibilidad espiritual». Los poemas de esta autora iquiqueña tienen la madurez vital de quien ha sufrido con la mirada asombrada del alma niña que ve las cosas por primera vez. Esta antología, ilustrada con óleos de Pía Subercaseaux, recorre toda la obra poética publicada de Monvel y nos da la posibilidad de volver a habitar una poesía que combina hábilmente el rigor formal, la levedad musical y la necesidad de un decir que constata y transfigura la realidad cotidiana.

María Monvel (Iquique, 1899- Santiago, 1936)
Nacida como Ercilia (Tilda) Brito Letelier, fue una poeta y traductora chilena, destacada en vida como una de las voces destinadas a perdurar de la poesía escrita por mujeres a principios del siglo pasado en Latinoamérica. Avalada por Gabriela Mistral como una de «las grandes manejadoras felices del verso castellano» y comparada con Juana de Ibarbourou, Delmira Agustini y Alfonsina Storni, desde la aparición de sus primeros poemas suscitó gran interés entre sus pares y la crítica literaria de la época.
Pasó su infancia en Iquique y a los catorce años se trasladó a Santiago, donde participó en un círculo literario de mujeres, El Club de Señoras. Desde entonces comenzó a publicar en diarios y revistas y en 1918 apareció su primer libro, Remansos del ensueño, al que le siguieron Fue así (1922) y una selección de sus poemas publicada en Barcelona, en 1925, dentro de la colección Las mejores poesías de los mejores poetas. Al año siguiente publicó El marido gringo, única pieza narrativa dentro de su obra conocida, y en 1929 editó una importante antología llamada Poetisas de América. Su último libro publicado en vida apareció en 1934, bajo el título de Sus mejores poemas.
Monvel falleció a los treinta y siete años, luego de una prolongada enfermedad. En una edición póstuma preparada por su esposo, Armando Donoso, se publicaron al año siguiente sus Últimos poemas (1937).