Literatura infantil con June García
El domingo se celebra el Día de la Niñez, fecha perfecta para regalar un libro. En este contexto, conversamos con la periodista y escritora June García, coautora de la exitosa saga infantil “El mundo de Lulú”.
¿Cuáles eran tus libros favoritos cuando eras una niña y cómo llegaron a ti?
Mis libros favoritos de niña eran La tortilla corredora, Papaito piernas largas y Mujercitas. Era como una versión adaptada de Mujercitas, más infantil y corto. Seguramente alguien me los regaló, alguien de mi familia. Sé que la copia de Papaito piernas largas que yo leía era de mi mamá y los otros me los compraron seguramente. Recuerdo que esos eran los que más releí de niña, entre los siete y los diez años.
Sobre la literatura infantil ¿Cómo crees que ha cambiado desde que eras pequeña hasta ahora?
De niña yo tenía una visión muchísimo más acotada. Pienso que los libros que leíamos en el colegio, todo se centraba mucho en los niños. Los niños eran los protagonistas siempre y las niñas eran estos personajes accesorios. Yo creo que hoy día la literatura infantil se ha diversificado tremendamente, tanto en los tipos de autores y autoras que escriben literatura infantil, como también las temáticas que abordan. Ahora se entiende que las infancias también pueden dialogar sobre diversas temáticas y no solamente como aquellas pensadas para niños y niñas.
Según tu experiencia como escritora ¿De qué manera impactan los libros en la infancia?
Desde mi experiencia como escritora, pero también yo diría de mi experiencia como lectora, ya que me impactaron mucho los libros (porque fui hija única hasta los once, entonces estaba bastante aburrida y me la pasaba viendo tele y leyendo), creo que la lectura en la infancia o en cualquier otra etapa de la vida, siempre logra abrirte, en términos creativos, imaginativos, de posibilidades o cosas que uno puede soñar. Me impactó mucho que alguien pudiera crear algo desde cero. También pienso que los libros permiten que niños y niñas se vean, vean sus propias historias, sus propias realidades reflejadas u otras distintas a las propias. Una formación lectora en la infancia es muy positiva para el resto de la vida, porque leer siempre es algo bueno, tener esa capacidad de sentarse a leer. En general los libros son espacios protegidos de ocio o descanso, que en la modernidad hemos perdido. Tener esas pausas es muy bacán.
Con la saga de Lulú ¿Cómo ha sido el recibimiento de sus lectores y qué han aprendido?
La saga de Lulú ha tenido una excelente recepción. Se han vendido más de 60.000 ejemplares legales. Gran recepción tanto desde los lectores y lectoras, como también en las familias. La gente en general me agradece como “oye qué bacán que hayan escrito un libro de este tema porque no sabía cómo abordarlo con mi hija, mi sobrina o con mi hermana chica”. Lo más importante que he aprendido es que las niñas y niños saben demasiado y entienden demasiado, además de tener muy buenas ideas. Creo que no hay que subestimarlos.
Al regalar un libro no solo estás dando un objeto, sino que creas hermosos recuerdos, impulsas un hábito positivo, abres la mente a la imaginación y a las ideas. La literatura puede tener un gran impacto en la niñez. A través de ella podemos conocer modelos a seguir, vivir aventuras y también vernos reflejados en las palabras.
